Inmaculado Corazón de María

Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús, María y José

¡Verdaderamente ha resucitado! Aleluya Aleluya

20 DOMINGO DE RESURRECCIÓN Solemnidad (Blanco) Octava de Pascua
DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN
Solemne Vigilia Pascual

Lecturas (AT):
Gn 1, 1—2, 2 o bien 1, 26-31a | Sal 103, 1-2a.5-6.10.12-14b.24.35 o bien 32, 4-7.12-13.20.22
2ª Gn 22, 1-18 o bien 22, 1-2.9a.10-13.15-18 | Sal 15, 5.8-11
3ª Éx 14, 15-15, la (Esta lectura no puede ser omitida)
C.R. Exodo 15, 1b-6.17-18
4ª Is 54, 5-14 | Sal 29, 2.4-6.11-12a. 13b
5ª Is 55, 1-11 C.R. Isaías 12, 2-6
6ª Bar 3, 9-15.32-4,4 | Sal 18, 8-11|
Ez 36, 17a.18-28 | Sal 41, 3.5bcd; 42, 3-4
Lecturas (NT):
Rom 6, 3-11 | Sal 117, 1-2.16-17.22-23
Aleluia.
Evangelio según San Lucas 24, 1-12
Lecturas: Hch 10, 34a.37-43 | Sal 117, 1-2.16-17.22-23
Col 3, 1-4 o bien 1 Cor 5, 6b-8
Evangelio según San Juan 20, 1-9,

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». 

Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. 

Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.

Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.

Cristianos, ofrezcamos al Cordero pascual nuestro sacrificio de alabanza. El Cordero ha redimido a las ovejas: Cristo, el inocente, reconcilió a los pecadores con el Padre. La muerte y la vida se enfrentaron en un duelo admirable: el Rey de la vida estuvo muerto, y ahora vive. Dinos, María Magdalena, ¿qué viste en el camino? He visto el sepulcro del Cristo viviente y la gloria del Señor resucitado. He visto a los ángeles, testigos del milagro, he visto el sudario y las vestiduras. Ha resucitado a Cristo, mi esperanza, y precederá a los discípulos en Galilea. Sabemos que Cristo resucitó realmente; tú, Rey victorioso, ten piedad de nosotros.

Inmaculado Corazón de María

Volver arriba